“Hey Corrillo. Ya tenemos espacio donde encontrarnos, contarnos que estamos haciendo, compartir fotos, etc.”
Esas fueron las palabras que comenzaron en este antro en el año 2006, hoy como decía Héctor Lavoe “Todo tiene su final, nada dura para siempre. Tenemos que recordar que no existe eternidad.” Este bar fué punto de encuentro de Buenos amigos y buenas amigas, fue un espacio para compartir noticias entre un corrillo que se encontraba disperso. Pero ya no más, cuchitril llega a su final fuimos victimas de la globalización o en palabras de mi compadre fuimos absorbidos por el “Wallmart” del Internet o sea Facebook.
Pero guardaremos muchos recuerdos de este tugurio, la cocina de Oki, la barra de Astrid, la vellonera, el karaoke, las palabras en el techo, las noches de galería, los chistes, las reflexiones o la etapa en que mi compadre convirtió este garito el método para mantener conversaciones personales con quien estuviera de turno, o cuando insultó a una clienta internacional. O recordaremos la foto del Súper Sniker, en fin que los recuerdos son muchos.
Ahora entre melancolía y satisfacción coloco el letrero de cerrado y cierro el candado que encerrara los recuerdos para siempre. A todas nuestras clientas y clientes asiduos les agradecemos su apoyo y patrocinio durante estos años. A quienes tienen cuentas sin pagar pues ni modo ya no las tienen que pagar (pero tengan en cuenta que ustedes son en parte culpables de este cierre).
Hasta luego mi gente y por ahí nos veremos.
